Ha pasado más de un año desde que los huracanes Otis y John arrasaron Guerrero, pero la reconstrucción sigue siendo un reto diario para miles de familias y las comunidades siguen luchando por superar las secuelas de la tragedia. A pesar del tiempo transcurrido, la devastación sigue presente en cada río desbordado, en cada casa colapsada y en cada familia que intenta seguir adelante con lo poco que le quedó. En Acapulco, los daños superaron los 50 mil millones de pesos, pero las heridas van mucho más allá de lo material. En comunidades rurales como Coyuca de Benítez y San Marcos, la falta de servicios médicos, la escasez de alimentos y la imposibilidad de reconstruir viviendas siguen siendo problemas urgentes.
Los huracanes no solo destruyeron infraestructura, sino también destrozaron los medios de vida. La pesca, la agricultura y los pequeños negocios quedaron paralizados, dejando a muchas familias sin ingresos ni opciones. Ante esta crisis, la respuesta de la sociedad civil ha sido fundamental para la recuperación en Guerrero ha sido fundamental , coordinada por Cenaced, a través de Unidos por Ellos,
Estas organizaciones, en colaboración con fundaciones donantes y las autoridades locales, han distribuido ayuda humanitaria, brindando atención médica y ofrecido apoyo psicológico a las comunidades afectadas. Pero la verdad es que el camino hacia la recuperación está lejos de terminar, y en muchas comunidades, la desesperación y la incertidumbre siguen marcando el día a día.
Los retos pendientes
1. Reconstrucción de viviendas e infraestructura
Una de las prioridades más urgentes es la reconstrucción de viviendas. Muchas familias aún viven en condiciones precarias o en viviendas improvisadas. Organizaciones como CADENA han trabajado en la rehabilitación de viviendas, sin embargo, aún quedan casas por ser reconstruidas y las rutas de acceso en zonas rurales siguen siendo un desafío, lo que complica la llegada de materiales y ayuda humanitaria.
2. Atención médica y salud mental
La infraestructura médica también se vio severamente afectada, lo que ha dejado a muchas comunidades sin acceso a atención básica. Medical Impact ha trabajado para proporcionar consultas médicas, distribuir medicamentos y brindar atención psicológica. La salud mental de la población está muy afectada por el trauma postraumático que causó la pérdida de hogares y seres queridos, por lo que los esfuerzos para aumentar el apoyo psicológico en las comunidades son esenciales.
3. Seguridad alimentaria
La inseguridad alimentaria es otro desafío significativo en Guerrero. Muchas familias perdieron sus cultivos, y el acceso a alimentos frescos es limitado. La falta de acceso a mercados y la escasez de productos básicos ha elevado los precios, lo que complica aún más la situación. Organizaciones como Un Kilo de Ayuda han distribuido paquetes de alimentos, pero aún existe una gran necesidad de garantizar que las familias puedan acceder a alimentos nutritivos y suficientes.
4. Educación y rehabilitación de infraestructuras escolares
La reconstrucción de las escuelas es crucial para el regreso a la normalidad en las comunidades. Muchas escuelas fueron dañadas, y aunque organizaciones como All Hands and Hearts, CADENA y Niños en Alegría, han rehabilitado algunas, aún queda por hacer. Además, el acceso a herramientas educativas, como computadoras e internet, se ha visto afectado, lo que pone en riesgo la continuidad educativa de los niños y jóvenes.
5. Resiliencia comunitaria y preparación para futuros desastres
El impacto de Otis y John dejó en evidencia la falta de preparación ante desastres en la región. Sin planes de emergencia efectivos, muchas comunidades quedaron aisladas y sin ayuda durante días. Más allá de la reconstrucción, es fundamental fortalecer la resiliencia de la población mediante la capacitación de brigadas locales y la creación de protocolos de respuesta ante emergencias. La integración de las comunidades en este proceso es clave para garantizar que las soluciones sean sostenibles y que las familias puedan afrontar mejor futuras contingencias.
6. Reactivación económica
El turismo, la pesca y la agricultura eran el sustento de muchas familias. Hoy, esos sectores siguen sin recuperarse. Sin ingresos, la población no solo enfrenta la reconstrucción de sus casas, sino la imposibilidad de garantizar su supervivencia. Apoyar la reactivación de estos sectores permitirá a las personas recuperar su independencia económica, asegurar su sustento y contribuir al desarrollo sostenible de Guerrero.
Un futuro en construcción
Guerrero sigue en crisis, y aunque el apoyo de organizaciones y la solidaridad de muchas personas han marcado la diferencia, la reconstrucción está lejos de terminar. Para miles de familias, la emergencia no acabó cuando pasó la tormenta, sino que sigue en cada día de lucha por recuperar su hogar, su comunidad y su vida.